BRODIS se suma al grupo Le Cocó y da un giro sorprendente a la experiencia Kebab

«El kebab puede vivirse de otra manera, con atención al producto, al ambiente y al maridaje sin perder su esencia». Esa es la premisa del nuevo concepto de Brodis.

Tras el éxito de locales tan originales como La Cerda de Chueca o La Morenilla, Grupo Le Cocó suma a su porfolio Brodis con un nuevo concepto gastronómico y una propuesta tan inesperada como deliciosa. Así, presenta el primer restaurante que transforma por completo el kebab, haciéndolo más libre, más sofisticado y más cercano a una cocina de autor, sin perder su raíz callejera.

Brodis parte de una idea sencilla pero poderosa: volver al origen del término kebab (carne asada en brocheta o espetón) y explorar todo su potencial. Bajo esta premisa, el chef Daniel Lombas, tras cuatro años en Londres, ha creado una carta que fusiona culturas, aromas y técnicas, en la que la carne se presenta con orgullo, despojada del envoltorio clásico, y servida en plato, acompañada de pan naan indio hecho en el propio local, lo que le aporta textura, sabor y personalidad.

Cada propuesta en la cocina del restaurante cuenta una historia y está elaborada con el compromiso más absoluto con la calidad. Las salsas beben de influencias del sudeste asiático, mezclas de especias secretas que recuerdan a los mercados de Siria o Turquía y platos que se cuidan hasta el último detalle.

En Brodis no hay durums o kebabs tradicionales; hay reinterpretaciones. Desde croquetas de pollo asado con salsa London curry hasta un bikini de naan con pastrami y scamorza ahumada; pasando por naam de ternera kebab con encurtidos, champiñón portobello y arroz Brodis; un bowl de pollo karaage con quinoa, maíz crujiente, mandarina-gochujang y hoisin-zucca o naan de queso panir frito con tzatziki y umami de miso. Y para cerrar con altura, postres como la tarta de chocolate Brodis (una combinación de chocolate, petit suise y frambuesa rosa) o el pastel de elote con guiso de melocotón y cremoso de limón.

Brodis también es vino. Pero no cualquier vino. Su carta de vinos frikis, auténticos, lejos de artificios ni pretensiones, cuentan historias singulares y tienen un gran sabor. Una bodega que sorprende al comensal tanto como los platos. Se trata de etiquetas seleccionadas por su personalidad, procedentes de bodegas pequeñas y con una gran capacidad para maridar con la carta a un precio razonable. La experiencia se completa con cervezas internacionales únicas y café de especialidad que elevan cualquier comida o cena. Están pensadas tanto para quienes desean explorar nuevos sabores como para los paladares más entendidos.

El restaurante es un refugio moderno, urbano y acogedor, donde cada detalle ha sido pensado para invitar a quedarse. Con una gran pared que se convierte en un espacio participativo, donde cada comensal puede dejar su huella y contribuir a construir la identidad del lugar con una firma o mensaje. Un espacio que respira tendencia y en el que el ambiente es tan importante como lo que se sirve.

Así, pretende ser más que un local: es una nueva forma de entender el kebab. Una experiencia que combina lo mejor del street food con el refinamiento de un bistró moderno. Un lugar para quienes buscan algo más que comer, para quienes quieren disfrutar, compartir y quedarse.