Del cava al cóctel: un día hedonista en uno de los rooftop más deseados de Madrid

¿Quién dijo que volver de vacaciones era aburrido? Madrid sube la apuesta con una propuesta que es puro hedonismo urbano: brunch con cava ilimitado  y vistas inigualables desde la décima planta del Hyatt Centric Gran Vía. El cielo se convierte en escenario y El Jardín de Diana, en el epicentro del placer estival.

Entre tejados históricos esta terraza icónica redefine el brunch de domingo como un ritual contemporáneo, donde los sabores frescos, los brindis y el diseño de inspiración balear se funden en una experiencia.

Levantarse el domingo «pronto»será un placer. La experiencia comienza con una tabla para compartir que reinventa el desayuno continental: embutidos selectos, quesos artesanos, bollería recién horneada y tostadas con tomate rallado acompañadas por una sinfonía de mermeladas. El viaje continúa con platos principales al gusto: desde unos Huevos Benedictine con salmón ahumado y aguacate, hasta su versión veggie, los Florentine con espinacas salteadas, sin olvidar las propuestas más atrevidas de la carta de La Cabaña de Invierno, como la Smash cheese burger con panceta crujiente o la crujiente y aromática Pinsa romana.

Para los que prefieren opciones más ligeras o veganas, el hummus con chips vegetales ofrece una explosión de sabor mediterráneo, fresca y vibrante. El broche dulce eleva aún más la experiencia: semifrío de mango y maracuyá, tarta de queso líquida con frutos rojos o pastel de chocolate para cerrar la jornada con una sonrisa.

Y lo mejor: cava ilimitado para brindar, celebrar y dejarse llevar. Entre burbujas doradas y conversaciones que fluyen al ritmo del verano, los domingos en El Jardín de Diana se convierten en una escapada sin billete de vuelta. Madrid, desde aquí arriba, sabe diferente.

SABOR MEDITERRÁNEO EN EL JARDÍN DE DIANA: ATARDECERES, CÓCTELES Y VELADAS INFINITAS

Cuando cae la tarde, la ciudad se transforma en un escenario vibrante, donde la historia se mezcla con el pulso festivo del verano. Y es que las terrazas cobran vida y las noches se alargan como si no tuvieran final. En este contexto, El Jardín de Diana se alza como el rooftop imprescindible del verano capitalino.

Con vistas panorámicas al skyline madrileño, esta terraza tiene magia cada noche, siendo un refugio sensorial para quienes buscan atardeceres memorables, cócteles de autor y una carta que celebra el sabor del mar, el campo y el sol.

La coctelería de autor se presenta como un viaje líquido por el archipiélago balear. “Las Navetas”, por ejemplo, mezcla ron, triple seco, frambuesa y maracuyá  que evoca las noches menorquinas. “El Manacorí” captura el carácter de la tierra mallorquina con whisky, vainilla y un sutil perfume de pimiento y puré de frambuesa. Y los spritzs —uno por isla— reinterpretan lo floral, cítrico, herbal o frutal con precisión y frescura.

La cocina, por su parte, propone una reinterpretación contemporánea de sabores tradicionales: frito de dorada con boniato, coca de berenjena con sobrasada y miel, o ensalada payesa con peix sec y crutones de romero. Platos que evocan calas secretas, sobremesas sin prisa y tardes de verano que saben a mar.

¿El final perfecto? Postres con alma y creatividad: desde una ensaimada crujiente con merengue de hierbabuena, hasta una tarta de queso de cabra con crumble caramelizado. Pura indulgencia estival.

Además, en El Jardín de Diana, las puestas de sol se celebran con DJ sets en vivo, creando la banda sonora ideal para brindar, bailar o simplemente contemplar la ciudad desde las alturas.

Porque cuando el verano se vive con estilo, sabor y perspectiva, todo sabe mejor. Y en Hyatt Centric Gran Vía Madrid, cada detalle está pensado para que así sea.