Con la apertura de RUGE, el chef murciano Rubén Iborra da un paso más en su carrera profesional, aspirando a convertirse en uno de los referentes de la gastronomía en la región de Madrid. Animado por el éxito rotundo de su último proyecto, Chirashi by Rubén Iborra, en el barrio madrileño de Tetuán, el chef ha decidido dar un paso adelante para emprender un proyecto más ambicioso, trasladando su particular filosofía gastronómica a un enclave único: el antiguo refugio de montaña de La Jarosa, en plena Sierra de Guadarrama. En este entorno natural incomparable, RUGE no es solo un restaurante, sino una experiencia 360º que busca fusionar lo mejor de los fogones de Iborra, con la belleza y tranquilidad del entorno, en el que se quiere desarrollar un proyecto al que su propio creador lo define como un “Mountain Club” – el único de Madrid-.
Un concepto que fusiona innovación, tradición y naturaleza
La carta de RUGE rinde homenaje a los sabores más auténticos mientras se arriesga con nuevas propuestas. La cocina de autor del restaurante se especializa en arroces alicantinos de La Vega y murcianos, carnes y pescados cocinados a la brasa, y una barra nikkei con crudos y cortes japoneses. El chef se inspira en su vasta trayectoria internacional para ofrecer platos que exploran las raíces culinarias del mundo, fusionando tradición y creatividad en cada bocado. Como dice Iborra, su cocina mochilera se toma un respiro en un punto donde confluyen reales sitios con estaciones de ski; lo imperecedero y salvaje de la naturaleza, con los flashes de la tendencia y la moda, tan requeridos en la sociedad actual. “El lugar perfecto para asentar un proyecto profesional y de vida”, asegura.
Su maestría con los arroces se resume bien en la forma de cocción. “Tecnificamos el agua del arroz con debido a la falta de minerales del agua de Madrid. Usamos sal rosa del Himalaya que tiene un alto porcentaje de mineralización, sin altos niveles de salinización”, explica el chef. Utilizan arroz Tartana de grano Albufera secado al sol, producido en la finca Esteil, que resulta suelto y absorbe muy bien.
“Mi objetivo es ofrecer algo más que una comida; quiero que cada visita a RUGE sea una experiencia que despierte todos los sentidos y deje una huella en quienes nos eligen. En RUGE, la innovación está presente en cada rincón, pero siempre respetando las raíces y la autenticidad”, afirma Rubén Iborra.
Comprometido con la sostenibilidad, RUGE no solo se enfoca en ofrecer platos de excelencia, sino también en preservar el entorno natural que lo rodea. El restaurante valora profundamente el papel de la naturaleza en la creación de experiencias gastronómicas auténticas, y se enorgullece de contar con el apoyo de marcas como Estrella Galicia, Coca Cola, Suntory, Bodegas El Grifo y Bodegas Juan Gil, que comparten la visión de Rubén Iborra sobre la importancia de respetar el producto y el medio ambiente.
Un espacio único que apuesta por la innovación
El restaurante ofrece un ambiente relajado y acogedor, con espacios diseñados para disfrutar de una buena comida, pero también para relajarse y desconectar. La terraza chill-out, a muy escasos metros de la orilla del embalse de La Jarosa, es el lugar ideal para compartir con amigos o familiares, mientras se disfruta de un cóctel o se contempla el paisaje. La música y el ambiente único del entorno crean la atmósfera perfecta para quienes buscan algo más que una comida.
RUGE no solo es un restaurante, sino también el escenario perfecto para eventos privados, celebraciones o encuentros corporativos. Su entorno natural, junto con una propuesta gastronómica de autor, crean una experiencia inolvidable durante todo el año. A diferencia de los tradicionales beach clubs que dominan la escena veraniega, el “Mountain Club” de RUGE reinterpreta el concepto de ocio gastronómico desde la serenidad y el respeto por el entorno.
En un sector en constante evolución, RUGE apuesta por la innovación como valor clave: desde una cocina creativa y de raíces hasta la gestión de reservas. La formación continua del equipo y las colaboraciones con profesionales de otras disciplinas mantienen a Rubén Iborra y su equipo siempre en la vanguardia culinaria.
Este nuevo espacio no solo lleva el sello de Rubén, sino que es también un proyecto familiar. Jennifer Ini, su esposa, asume el rol de CEO y gestora administrativa, siendo además la cara visible del restaurante. Su hija, Silke Iborra, lidera la gestión de eventos y la comunicación. Una apuesta conjunta en la que cada detalle refleja la pasión, compromiso y autenticidad de una familia volcada en crear algo único.
RUGE es una paradoja porque está en uno de los lugares más silenciosos de Madrid, elegido así porque el silencio del lugar amplifica el rugido interno de la experiencia culinaria.
Sobre Rubén Iborra
Rubén Iborra es un chef murciano con una destacada trayectoria internacional, especializado en cocina de autor, arroces y técnicas de brasa. Su particular enfoque culinario, clave del éxito en la siempre difícil plaza de la capital, con su restaurante Chirashi, se caracteriza por la fusión de tradición e innovación, respetando siempre la excelencia del producto. Con una formación y experiencia que abarca diversas cocinas de más de ocho países, como la de Mauro Colagreco o Massimo Bottura, los triestrellados chefs en Niza y Módena, o en España El Alcacil y Péndola (Valencia), Iborra ha sido capaz de desarrollar conceptos gastronómicos únicos, comprometidos siempre con la calidad y sostenibilidad.
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