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Un paseo por la escultura pública vasca

Donostia es un museo al aire libre que homenajea a cada paso a los escultores vascos que destacaron internacionalmente a finales del siglo pasado. Encontrarás piezas de Oteiza, Basterretxea, Ibarrola… pero sobretodo, Donostia es un escaparate junto al mar para la obra de Eduardo Chillida, acogiendo varias de sus piezas entre las que se encuentra la espectacular El peine del viento.

Cuando visitamos la ciudad para hacer este serial, aún no estaba inaugurada la intervención de Cristina Iglesias en la Isla de Santa Clara. Dicen que siempre hay que dejar algo pendiente de ver para volver de visita; nosotros volveremos para conocer Hondalea.

Paloma de la paz, 1980.  Nestor Basterretxea (Bermeo, 1924 – Hondarribia, 2014)

A finales de los años 80, el Ayuntamiento de Donostia encargó a Néstor Basterretxea que realizase esta monumental obra como símbolo del compromiso de la ciudad con la paz, la libertad y la convivencia. Fiel al estilo de su autor, esta gigantesca paloma de 4 toneladas de peso se ubica, tras varios traslados al final de la playa de La Zurriola, el lugar original en el que fue inaugurada en 1988.

Construcción vacía, 1957. Jorge Oteiza (Orio, 1908 – Donostia, 2003)

Se trata de una de las obras de la serie presentada para la Bienal de Sao Paulo de 1957, en la que Oteiza recibió el Premio Internacional de Escultura. Una monumental pieza de 6 metros de altura inmejorablemente ubicada junto a la playa de La Concha, en el centro de la costa de Donostia, entre “El peine del viento” de Chillida y la “Paloma de La Paz” de Néstor Basterretxea. Si dispones de tiempo no puedes dejar de visitar la Fundación Museo Jorge Oteiza en Alzuza (Navarra), es una delicia.

Estela monolito, 1988. Agustín Ibarrola (Basauri, 1930)

Ubicada en el Puerto espigón de la Parte Vieja de la ciudad, esta escultura de tamaño medio pasa desapercibida entre las barcas del puerto. La escultura invita al espectador a jugar con el punto de vista, tal y como ocurre con la obra más conocida de su autor, el Bosque de Oma (Gernika), intervención que se puede encuadrar dentro de la tendencia del Land Art realizada entre el año 1982-1985 y que aún puede ser visitada.

Armonía del sonido, 2014. Maximilian Pelzmann (Irlanda)

Esta escultura de formas ondulantes y orificios es una alegoría de la música y de las montañas entre Donostia y Hondarribia. Ubicada en la fachada de la Basílica de Santa María, ilumina con su blancura las sombrías calles de la Parte Vieja de la ciudad. Su autor, de madre donostiarra, trabaja sus piezas de Poliester a caballo entre Nueva York y Donostia.

Sonido del txistu popular, 1975. Remigio Mendiburu (Hondarribia, 1931 – Barcelona, 1990)

Fue un encargo del arquitecto del edificio al escultor. Se trata de una serie de grandes tubos curvos que representan a los “txistus”. El txistu es una especie de flauta que se convirtió en un símbolo del renacimiento del pueblo vasco. Remigio Mendiburu es considerado uno de los máximos exponentes de la escultura vasca contemporánea, desarrolló todo su trabajo dentro del campo de la abstracción y dio origen a creaciones de formas orgánicas.

Pieta, 1998. Jorge Oteiza (Orio, 1908 – Donostia, 2003)

Esta representación de La Piedad en aluminio fundido conmueve. Podemos encontrarla en la fachada de iglesia de San Vicente, en la Parte Vieja de Donostia. La realización de la obra a su tamaño actual es de José Ramón Anda.

Para ver otra representación más abstracta de La Piedad hecha por el mismo autor, basta con acercarse al Santuario de Aránzazu (Oñate), un lugar de culto también para los amantes del arte y la arquitectura.

Monumento a Pío Baroja, 1971. Nestor Basterretxea (Bermeo, 1924 – Hondarribia, 2014)

En el Paseo Pío Baroja del barrio de Antiguo podemos encontrar este robusto bloque horizontal recortado con formas curvas. La obra resulto ganadora de la II Bienal Internacional de Escultura de San Sebastián (1971), que conmemoraba el centenario del nacimiento de Pío Baroja. Esta pieza comparte estilo con la encontrada hace pocos días en los montes de Araia, obra del mismo autor.

Monumento a Fleming, 1955. Eduardo Chillida (Donostia, 1924 – 2002)

La pieza es un encargo del Ayuntamiento de Donostia al autor, que la realizó en piedra para los jardines de Ategorrieta. Tras varios traslados en 1991 se coloca en su ubicación actual, en el Paseo de Miraconcha. Puedes encontrar una pieza de la misma serie en el cercano Chillida Leku (Hernani), te va a encantar.

Abrazo, 1992. Eduardo Chillida (Donostia, 1924 – 2002)

De apenas un metro de altura, este Abrazo de Chillida destaca en el Pico del Loro, un rincón exquisito entre la playa de Ondarreta y la playa de la Concha.

Sin título, 1992. Andrés Nagel Tejada (Donostia, 1947)

Su obra se puede etiquetar como figuración postmoderna, enmarcada en la reacción que se opuso, en los años 60 y 70, a la vía abstracta e informalista entonces predominante. Podemos ver su caballo de tres patas sobre el que una figura antropomorfa hace equilibrios en la Plaza de Europa del campus universitario.

 

El peine del viento, 1977. Eduardo Chillida (Donostia, 1924 – 2002)

Ubicadas al final de la playa de Ondarreta, estas 3 piezas de 10 toneladas de peso cada una peinan el viento del noroeste y el viento del sur. Es un conjunto de esculturas sobre una obra arquitectónica del arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui. Se trata de una obra de obligada visita, que cuando el mar se embravece, resulta simplemente espectacular. Si ya estás en Donostia, no puedes perder la oportunidad de visitar el cercano Chillida Leku (Hernani), te fascinará.

 

Del plano al espacio, 2011. Nestor Basterretxea (Bermeo, 1924 – Hondarribia, 2014)

Esta obra es un encargo de la Escuela de Ingenieros TECNUM, y podemos verla frente a sus jardines, en el campus universitario. Se trata de un círculo que presenta incisiones y partes dobladas, pasando del plano del círculo a la tridimensionalidad del espacio.

Desarrollo de la forma, 2002.  José Zugasti (Eibar, 1952)

José Zugasti se funde con el espacio a través de sus formas libres, arrebatando a la arquitectura su exclusiva cualidad de crear espacios. Podemos encontrar esta pieza formada por tubos de bronce en la Avenida de Tolosa del barrio de Antiguo.

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