Un equipo de arqueólogos ha descubierto trazas de oro, plata y también del uso de cristal coloreado en estatuas de las Grutas de Longmen, situadas en la provincia china de Henan (centro) y célebres por sus 100.000 imágenes pétreas de Buda esculpidas desde el siglo V de nuestra era.
Los hallazgos, ubicados en la cueva Fengxiansi del conjunto arqueológico, tienen gran importancia porque permitirán preservar mejor las estatuas y conocer con más profundidad las técnicas artísticas que se emplearon en su creación, explicó Shi Jiazhen, presidente del Instituto de Investigación de las Grutas de Longmen.
Los investigadores emplearon tecnologías avanzadas para analizar el rostro de la enorme estatua del Buda Vairocana, tallada en la dinastía Tang (618-907), y encontraron elementos de oro y plata que sugieren que en su construcción se empleó la técnica del dorado, consistente en recubrir la imagen con una pátina de oro u otros metales preciosos, destacó Shi, citado por la agencia oficial Xinhua.
Sobre el cuerpo de la escultura también hallaron restos de pigmentos verdes, rojos y negros que indican que cuando fue erigida la estatua probablemente vestía prendas de vivos colores.
Además, los arqueólogos descubrieron en otra estatua, esta de Bodhisattva, que los ojos fueron torneados con cristal coloreado en el que se emplearon silicio y plomo.
Otro investigador del Instituto, Ma Chaolong, destacó que una vez limpio, el cristal mostraba una tonalidad verde oscura, algo «poco habitual» durante la dinastía Tang.
Las Grutas de Longmen fueron declaradas en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y son uno de los reclamos turísticos y culturales más importantes de China debido al ingente patrimonio que atesoran las más de 2.000 cuevas que componen el sitio arqueológico.