El alquiler turístico es cuatro veces más rentable que el tradicional

El alquiler vacacional ha ganado peso en los últimos años. En España, una potencia turística, han ido creciendo los bautizados alojamientos turísticos o vacacionales, que ofrecen a los visitantes la posibilidad de alquilar una vivienda por un periodo corto de tiempo, en vez de apostar por otras alternativas más tradicionales como los hoteles.

Según los últimos datos del INE, a principios de año había en el conjunto del país 294.698 viviendas de uso turístico, lo que representa un 1,2% del parque residencial. Entre todos esos alojamientos de corta estancia sumaban 1,49 millones de plazas, con una media de 5,1 plazas por inmueble.

Y al calor de la demanda de los últimos años y tras la pandemia, muchas agencias inmobiliarias han decidido ofrecer alquileres de corta estancia, además de los arrendamientos de largas temporadas. En los dos últimos años, sir ir más lejos, el número de inmobiliarias que trabaja con Avaibook, el software de gestión de alojamientos turísticos de idealista, se ha incrementado un 42% gracias a las nuevas vías de negocio que les proporciona.

“Las agencias innmobiliarias no sólo han visto la posibilidad de generar unos importantes ingresos gracias a esta nueva línea de negocio, que es muy rentable, sino que además multiplican las sinergias que se producen gracias a cubrir un abanico más amplio de servicios”, explica Rafa Cruces, CEO de Avaibook, en el blog de la plataforma.

Cruces sostiene que ya tienen la materia prima, que son los inmuebles, y que mientras el inmueble sigue en venta el alquiler de corta estancia les permite obtener unos ingresos.  Además, “si son vendidos a inversores, gracias a ofrecer el servicio de explotación de alquiler a corto plazo, también se puede ofrecer dicho servicio a esos clientes a los que se les ha realizado la venta”, recalca Cruces.

Estas alternativas hacen que los ingresos dejen de ser puntuales para ser recurrentes y abren la puerta a generar negocio tras la venta. ¿Cómo? A través de la gestión a los alquileres de corta estancia por el encargo del nuevo propietario.

Los datos internos de AvaiBook apuntan a que, en un destino medio, el alquiler de un alojamiento tradicional que genera 500 euros al mes puede generar entre 1.500-2.000 euros mensuales si se trata de un alquiler de corta estancia. Dicho de otro modo: la rentabilidad de un alquiler de corta estancia puede llegar a superar en cuatro veces la que se obtiene a través del arrendamiento de larga estancia.

Además del factor económico, Cruces también destaca que “la experiencia y el conocimiento que genera el alquiler vacacional hace más competitivas a las agencias inmobiliarias, ya que pueden asesorar mucho mejor a los potenciales clientes que compran cómo inversión, con perspectivas de obtener rentabilidad. Estos compradores pueden obtener un mejor servicio por parte de la agencia ya que son asesorados sobre la rentabilidad que van a poder obtener explotando los inmuebles como alquiler turístico. Además, como empresa también resulta más competitiva respecto de otras agencias que no ofrecen este servicio» y, además, puede diversificar sus fuentes de ingresos al margen de los que obtienen vía comisiones cuando se formalizan las compraventas.

Además, este modelo de arrendamiento de corta estancia no solo incluye el alquiler turístico, que a priori sería la opción más demandada, sino que también permite ofrecer un servicio a perfiles como los nómadas digitales o a quienes quieren pasar una temporada de teletrabajo en un lugar diferente al de su residencia habitual.

Una gestión diferente y un esfuerzo adicional

Dejando a un lado las posibilidades que brinda el alquiler de corta estancia a las agencias inmobiliarias, también conviene tener presente que entrar en este negocio supone un cambio en la forma de gestionar y un esfuerzo adicional.

Como recuerdan desde AvaiBook, existe «una serie de tareas nuevas que hay que aprender y desarrollar (limpieza, check-in, comercialización a través de canales o venta directa…)», por lo que es recomendable que la gestión se realice de la mano de un ‘partner’ cualificado que aporte asesoramiento, experiencia y formación.