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El Hotel Cecil, protagonista del último ‘true crime’ de Netflix

Uno de los puntos negros de la historia de la ciudad de Los Ángeles es el Hotel Cecil. En este edificio han pasado cosas de lo más extrañas: desde suicidios a desapariciones, sin olvidar que ha sido la “casa” de algunos de los asesinos en serie más peligrosos de la ciudad, como la del Acosador Nocturno. La semana pasada, Netflix estrenó el documental “Escena del crimen: desaparición en el Hotel Cecil”, donde se narran algunos de los crímenes que han tenido lugar en sus más de 14 pisos. En idealista/news te abrimos las puertas de esta ubicación, que si bien no ponen los pelos de punta por su apariencia, si que lo hace por los secretos que esconde.

El Cecil fue construido en 1924 por el hotelero William Amontona Hanner como destino para turistas y viajeros de negocios. Diseñado por Loy Lester Herrero con un estilo arquitectónico Beaux Arts, el hotel costó un millón de dólares y presumió de un opulento lobby hecho de mármol con ventanas tipo vitrina y collage, macetas con palmeras y estatuas de alabastro.

Hanner tenía confianza al invertir en el proyecto, ya que varios hoteles similares habían sido establecidos en distintos lugares del centro. Sin embargo, apenas cinco años después de ser construido, Estados Unidos se sumergió en la Gran Depresión. Aunque el Cecil fue considerado como un lugar elegante durante los años cuarenta, durante las décadas siguientes el hotel decayó, debido a que el área cercana conocida como Skid Row comenzó a poblarse de indigentes. Casi 10 000 vagabundos vivían en los aledaños del hotel. Para 1950, el hotel era considerado como una residencia para transeúntes. Parte del hotel fue renovada en 2007, luego de que fuera adquirido por nuevos dueños.

En 2011 el Hotel Cecil cambió su nombre a Stay on Main y creó un nuevo sitio web. El sitio web antiguo expiró a finales del 2013. No obstante, el hotel cambió de manos en 2014 y fue adquirido por Richard Born por 30 millones de dólares.

Entre las historias que han tenido lugar en el Hotel Cecil se encuentran algunas de los más escalofriantes.  El primer suicido documentado del Cecil se registró en 1931, cuando un huésped llamado W.K. Norton murió en su habitación luego de haber ingerido píldoras venenosas. La cifra de suicidios aumentó durante los años cuarenta y cincuenta. Para 1960, los residentes se referían al Cecil como «el Suicida».

En 1964, una operadora telefónica retirada, llamada «Pigeon Goldie» Osgood, que era muy conocida y apreciadas por todos los residentes permanentes del hotel, fue encontrada muerta en su habitación. Había sido violada, apuñalada y golpeada, y su habitación había sido saqueada.

Pero el caso más polémico tuvo lugar en 2013. Ya bajo la marca Stay on Main volvió a ser el foco de atención cuando un video de vigilancia del elevador del hotel se volvió viral. En el video, una joven canadiense, llamada Elisa Lam, oprime sin parar los botones del elevador y entra y sale del mismo varias veces, como si quisiera esconderse de alguien. El video fue filmado poco tiempo antes de su desaparición. Posteriormente, su cuerpo desnudo fue encontrado en uno de los tanques de agua del techo del hotel, luego de que varios huéspedes se quejaran del sabor extraño y de la baja presión del agua.

Los últimos planes de sus dueños, y tras el truculento pasado del Cecil, era reformar por completo el hotel y operar con sus 14 plantas bajo la marca Stay on Main, si bien la pandemia del coronavirus y los problemas con las licencias está retrasando las obras del inmueble. Si te ha despertado algo de curiosidad, el documental ya está disponible en Netflix.