El monopatín, icono de la cultura urbana

Desde los rudimentarios monopatines de los años cuarenta hasta los eléctricos del siglo XXI o los voladores del futuro, la exposición «Madera y ruedas» recorre la historia de esta tabla deslizante que empezó siendo un juguete y ha acabado siendo un deporte olímpico y un icono de la cultura urbana.

La muestra, que se podrá visitar en Casa Seat de Barcelona desde el 15 de enero hasta finales de febrero, reúne más de 250 piezas, la mayoría procedentes de la colección de Sören Manzoni.

Monopatines de todas las épocas, piezas únicas, portadas de revistas, carteles e infinidad de objetos relacionados con las tendencias estéticas, artísticas y musicales que desde los años sesenta rodean el ‘skateboard’ conforman la exposición.

Su comisario, Sören Manzoni, ha titulado la muestra «Madera y ruedas», prescindiendo de los anglicismos que generalmente se utilizan en este mundo, para acercar geográficamente un fenómeno que nació en California «pero que arraigó en seguida en Europa y del que Barcelona es actualmente su capital mundial», según ha afirmado.

El recorrido empieza en los años 40 y 50, con una selección de algunas de las piezas mas antiguas de la colección de Manzoni, monopatines artesanales hechos por los propios niños o sus padres para jugar en la calle que hoy en día pueden valer hasta 8.000 euros.

La siguiente parada son los años sesenta, la época en la que los surfistas de California empezaron a deslizarse por las calles como lo hacían sobre las olas.

En esta sección destaca una portada original de la revista Life dedicada a Patti McGee, la primera campeona femenina de esta disciplina.

«En los años setenta empieza la revolución y estalla la fiebre del ‘skate'», ha señalado Manzoni, que en el apartado dedicado a esta década se ha detenido frente a monopatines de marcas pioneras, como Vecar o Sancheski, y en el panel dedicado a Toni Alva, primer español campeón del mundo.

Para ilustrar los ochenta, la exposición ha recreado el dormitorio de un adolescente de la época, con su monopatín y todos los objetos que lo rodeaban, desde el radio-cassette hasta el póster de «E.T.».

La exposición sigue con referencias a «Kids», la película de los años noventa que mejor retrató el movimiento ‘skater’, y a la subcultura que rodeaba a los patinadores cuando todavía eran una minoritaria tribu urbana.

«Ahora todo el mundo patina y el skateboard es olímpico, pero en los noventa no», ha recordado Manzoni, que recuerda con nostalgia el espíritu de grupo de los ‘skaters’ del barrio barcelonés de Sants y reniega del ambiente de la plaza del MACBA, que «parece Lloret o Benidorm».

La muestra se cierra con un apartado dedicado al futuro, que cuenta con un pinball ilustrado con imágenes de la película «Regreso al futuro» y un patinete volador de juguete.

A partir del 5 de febrero está previsto que la exposición se complete con objetos del campeón olímpico Danny León, como su tabla, sus zapatillas y su camiseta.