Dior convirtió este lunes el Palacio de Versalles en el escenario de su colección otoño-invierno 2021/2022, transformando su famoso salón de los espejos en una pasarela en la que reinventó el uniforme militar y mostró el lado más oscuro de los vestidos de cuentos de hadas.
«Estos mundos fantásticos no son en ningún caso un método de evasión, sino que sirven para cuestionar, para rechazar e ir más allá de los estereotipos», indicó la firma en un comunicado.