En el municipio de Arganil, en Coimbra, existe un pequeño pueblo con casas de pizarra y losa que cuelgan sobre una playa fluvial. Hablamos de Foz d’Egua, que se compone de unas pocas casas situadas en plena sierra de Açor que asoman a una pequeña playa a las orillas del río.
Pero el atractivo de la zona no se limita solo a sus viviendas de estilo rural situadas sobre el agua, sino que el bosque de alrededor está lleno de varios tipos de árboles y una extensa fauna. De hecho, se puede realizar una ruta de senderismo desde Piodao, una aldea cercana que también pertenece a Arganil. Es un sendero balizado de dificultad moderada y mide 8 kilómetros.
Por el camino mientras atraviesa el bosque se pueden observar antiguos bancales y construcciones de pizarra. Es importante llevar el calzado y el equipamiento adecuado ya que algunas partes del paso discurren por suelos de cuarcita que resultan muy resbaladizos.
Pinos, encinas, alcornoques y olivos rodean el cauce del río que atraviesa el pueblo, con dos puentes de piedra para cruzarlo. Pero sin duda la playa fluvial es lo que más llama la atención de este rincón en la sierra de Açor. Se trata de un espacio de aguas cristalinas donde disfrutar de un buen baño con vistas a las montañas. Otras partes de interés en el pueblo son un puente colgante que cruza un desfiladero de gran altura y un santuario en la zona alta donde acabar el camino de ruta.