Heliodomo, la casa solar

Con los altos precios de la electricidad, cualquier estrategia que sirva para ahorrar en el hogar merece atención. Hay instalaciones que se pueden agregar a posteriori, cuando la casa ya está construída. No obstante, hay viviendas que están levantadas desde cero buscando la máxima eficiencia, como Heliodomo.

Heliodomo es una vivienda bioclimática y pasiva con forma de peonza que apenas ha consumido electricidad desde que se construyó. Diseñada por Eric Wasser, un ebanista francés, es una de las casas más eficientes que existen en el mundo. Aunque fue imaginada en los años 90, hubo que esperar hasta 2011 para verla terminada en Cosswiller, Francia.

Está pensada para seguir la trayectoria del Sol
Heliodome

No hay calefacción ni aire acondicionado, pero en la casa de Eric Wasser, independientemente de la estación y mes del año, siempre hay 20 grados. El porqué reside en su llamativa forma de peonza, algunos dicen de ‘ovni’, en los materiales con la que está fabricada y en su diseño.

La estructura de Heliodomo fue diseñada para que la vivienda se adapte a todas las estaciones, logrando por sí sola calefacción y refrigeración natural en invierno y verano. Esta casa ecológica tiene como pilar fundamental la trayectoria del Sol. El astro no sigue el mismo movimiento en verano que en invierno. Con esto en mente, Wasser ideó una estructura inclinada que protege del calor a la casa en verano, cuando el Sol está en lo más alto del cielo.

La casa con forma de platillo volante que no necesita calefacción
Heliodome

Además, gracias a un aislamiento térmico de muy alta calidad y a la eliminación de estructuras o materiales que puedan retener el calor, se logra conservar un aire fresco en el interior. Las aberturas están estratégicamente ubicadas para que no incrementen la temperatura en la vivienda.

La fachada principal está orientada al sur, es totalmente transparente y posee una forma curvada en sentido este-oeste. De este modo, se aprovecha la máxima luz solar. En invierno, cuando el Sol está más bajo, la vivienda es capaz de captar la mayor cantidad de calor posible y gracias, otra vez al aislamiento, es capaz de calentar el interior, sin necesidad de usar calefacción.

Interior
Heliodome

Concretamente, en invierno cubre hasta el 80% de las necesidades caloríficas gracias al aislamiento térmico de lana de madera y corcho, su buena orientación y su inclinación, que depende de la latitud en la que se ubique. Por ejemplo, en el norte de Europa, necesitaría una cúpula más inclinada que en el sur, mientras que en el ecuador una más recta.

Para el agua caliente, la vivienda cuenta con una instalación de paneles solares que le permiten calentar el agua, pero también evacuar parte del calor, evitando así temperaturas excesivamente calientes en el interior.