La cultura sidrera, esencia patrimonial del Principado de Asturias con más de 2.000 años de antigüedad, mantiene viva una tradición ancestral y hereditaria que diferencia a los asturianos, que socializan a través de la liturgia de un vaso escanciado, y que ha sobrevivido con éxito a la actual sociedad de consumo, según han argumentado diferentes expertos a Efe.
El Consejo de Patrimonio Histórico acaba de decidir que la cultura sidrera asturiana sea la candidatura oficial a Patrimonio Cultural Inmaterial que España presentará ante la Unesco en marzo de 2022, lo que situaría a Asturias como la capital mundial de la sidra