Las pistas de esquí se visten de lujo

Las exclusivas pistas de Gstaad, Colorado o Saint Moritz han recuperado el pulso y se llenan de aficionados al esquí que se apartan de los diseños frioleros de las grandes firmas, uniéndose a las clásicas marcas deportivas de invierno para ofrecemos experiencia, seguridad y lujo.

Chanel, Hugo Boss, Tommy Hilfiger o Balmain lanzan colecciones cápsula de invierno para los amantes del esquí, desde monos hasta jerséis, gorros, pantalones, gafas de sol, bufandas, cascos, tablas de snowboard o esquís, botas y piezas after sky.

“Perfecto para la pista, fuera de la pista y después de la pista”, así define Balmain la colección creada en colaboración con Rossignol, el taller a los pies de los Alpes franceses creado por Abel Rossignol en 1907, una referencia en el mundo de la deporte

Exactamente, ambas compañías tienen un fuerte vínculo con la nieve y la montaña, ya que Pierre Balmain creció en el pequeño pueblo montañés de Saint Jean de Maurienne, en medio de los picos de la Saboya en Francia.

La conexión de Balmain con el esquí se remonta a mucho tiempo atrás, ya que fue elegido en 1968 para diseñar los uniformes del cuerpo técnico francés en los Juegos Olímpicos de Invierno de Grenoble (Francia).

Olivier Rousteing, director creativo de Balmain, ha querido rescatar ese espíritu alpino de la casa con una nueva colección y un socio que respeta la tradición y la innovación.

La colección de edición limitada está cubierta con el icónico motivo Labyrinth, el llamativo patrón gráfico presentado por primera vez por Pierre Balmain hace 50 años.

Pero esta no es la única colaboración desarrollada por Rossignol, quien también diseña la colección de esquí de Tommy Hilfiger, basada en los tradicionales colores azul, rojo y blanco.

La colección de esquí Prada Linea Rossa de esta temporada está diseñada “para la velocidad”, según la compañía, para lo cual ha tenido como embajador al campeón británico-estadounidense de estilo libre Gus Kenworthy, junto con la medallista de oro estadounidense en snowboard Julia Marino.

 

Dior es otra firma que no abandona los clásicos deportes de invierno. Por ello, Kim Jones ha creado una colección cápsula que aúna arte, moda y maestría técnica. Piezas listas para usar y de alta calidad, que la compañía cree que combinan tecnologías innovadoras con un gran diseño.

Los esquís se fabrican en los talleres suizos de AK SKI según un procedimiento tradicional que combina precisión mecánica y artesanía meticulosa. Las letras “DIOR” se cortan con delicadeza y se fijan a las tablas, después de lo cual se aplican varias capas de fibra de vidrio y resina, creando una fusión original.

Cada invierno, desde hace tres años, Chanel lanza Coco Neige, una serie de deportes de invierno hecha de materiales técnicos, que consiste en una chaqueta decorada con una doble C, pantalones estampados con las letras de la marca, un traje de esquí inmaculado, Chaqueta larga acolchada gris perla, chaqueta con capucha desmontable y parka con “género espíritu” (sin género).

Los complementos también juegan un papel fundamental, donde no faltan pequeños bolsos para llevar en el brazo y cadenas de metal entrelazadas con cuero, interrumpidas por un tarjetero, así como un estuche para auriculares.

Hugo Boss ha ido más allá y ha lanzado el patrocinio de una de las carreras más prestigiosas de la Copa del Mundo FSI de esquí alpino, la Hahnenkamm de Austria.

Un evento que muestra la nueva estética de la compañía con un tipo de gráfica más “atrevida” -dicen-. La marca también indagó en los archivos de 2002 y presentó una chaqueta de esquí plateada de edición limitada “que hace un guiño a los logros del pasado y apunta a un futuro innovador y emocionante”.

La chaqueta incluye la tecnología patentada Recco, que permite a los rescatistas localizar al usuario para una mayor seguridad en las pistas.

Comodidad, calidad y seguridad para practicar un deporte de invierno sin perder el estilo en la pista.