La Dirección General de Costas ha dado su aprobación a este proyecto que combina múltiples usos del suelo para satisfacer las necesidades de la población en la zona, implicando la construcción de 870 viviendas, además de una zona comercial, oficinas y un hotel, y que es un ejemplo de desarrollo urbanístico de colaboración público-privada. En concreto, nace de la iniciativa conjunta del Ayuntamiento de Málaga y NUMA, la sociedad formada por Inmobiliaria Espacio y el fondo de inversión Ginkgo (participado por el Banco Europeo de Inversiones y la Caja General de Depósitos de París).
Según la web de Inmobiliaria Espacio, y a la espera de la aprobación definitiva, el proyecto contempla el desarrollo de una parcela de unos 116.000 m2, y cerca del 80% de la superficie total del terreno se destinará a zonas públicas y verdes. En cuanto a las viviendas, está previsto que alrededor de 300 unidades sean VPO.
Por otro lado, la filial controlada al 100% por el Grupo Villar Mir destaca que el elemento diferencial que finalmente ha decantado la decisión de Costas en favor del desarrollo del proyecto ha sido la reducción de la altura máxima de los edificios hasta 11 pisos en lugares determinados, además de una planta baja. De esta forma, los promotores del proyecto mejoran la armonía del contexto urbano local, evitando la formación de barreras arquitectónicas o visuales, variando las alturas y maximizando las vistas.
Tras esta luz verde inicial, los promotores esperan que la aprobación definitiva del Plan Parcial se produzca en abril, para poder inicar cuanto antes los trabajos de edificación.
Alberto Muñoz, CEO de Inmobiliaria Espacio, afirma que “este permiso es el paso definitivo que necesitábamos para conseguir la aprobación del planeamiento de uno de los proyectos no solo más importantes, sino también más necesarios para la ciudad de Málaga. Con la puesta en marcha de este desarrollo urbanístico, logramos seguir avanzando en la regeneración del suelo de la ciudad, impulsando su modernización y su adaptación a un contexto global más digitalizado y sostenible”.
En cuando al diseño arquitectónico de ‘La Térmica’, lo más destacado es la integración de los edificios con el entorno y el uso del color blanco para aprovechar el poder regulador térmico del mar en la aclimatación de los inmuebles, lo que permitirá reducir su consumo energético. A esto también se suma un diseño redondeado de las fachadas que reducirá el impacto de los vientos predominantes, y que los edificios contarán con la máxima certificación de eficiencia energética.
