Medio siglo sin la trompeta del maravilloso mundo de Louis Armstrong

La leyenda del jazz, la gran estrella popular de la música, el embajador cultural de Estados Unidos, el maestro Louis Armstrong falleció el 6 de julio de 1971 en su casa de Nueva York, pero su estilo y su mundo maravilloso continúan sonando a pesar de los años.

Ese día, en su casa del barrio neoyorquino de Corona, dieron su último suspiro los pulmones de «Satchmo», como era conocido Armstrong, y que dieron vida a canciones míticas como «What a Wonderful World», «West End Blues» o «Hello Dolly», que alcanzó en 1964 el puesto número uno en las listas de Estados Unidos, superando a los Beatles.