La chef Najat Kaanache ha definido como de «Champions» o primera categoría a los cocineros españoles, de los que ha valorado que tienen una «disciplina impresionante» y se caracterizan por «regalar lo mejor al comensal» y tener un «respeto al producto increíble».
Najat Kaanache (Orio, Guipúzcoa, 1978), que esta noche recibe en Ceuta el «XVIII Premio Internacional de Convivencia», ha realizado este diagnóstico en una entrevista con EFE donde ha puesto de manifiesto que nuestro país está «lleno de vida gracias a la gastronomía, que crea sensaciones únicas».
La cocinera ha resaltado que en España no sólo se estilan los bares sino «el tapeo, las relaciones, comer y compartir, lo cual es único».
En su opinión, la diferencia de la gastronomía española con otros países es que «utilizan el producto muy bien o llevan mucho tiempo haciéndolo, es una cocina saludable, supercreativa y hay muchos cocineros más que extraordinarios».
No quiere hablar de referentes porque «mi héroe soy yo dentro de veinte años, para mí son personas que me han educado, enseñado y han compartido conmigo lo mejor y yo estoy intentando formarme porque estoy aprendiendo todos los días».
A nivel femenino, ha dejado claro que en nuestro país «hay muchas cocineras y son muy buenas pero necesitan tener más visibilidad, la cocina es un espacio que requiere muchas horas, a veces hasta diecisiete, y hay mucha inversión de energía».
La cocinera regenta actualmente cinco locales en Fez (Marruecos), otro en México y ahora va a inaugurar otro restaurante en Rabat (Marruecos). «Debes tener un equipo que confíe en ti, que sabe dónde quieres ir y que les des respeto», ha dicho.
Tras publicar el pasado año su primer libro de cocina, ha resaltado que su diferencia con otros cocineros es que intenta «crear política a través de la cocina y, al mismo tiempo, ser capaz de cocinar desde el hambre, no marcar las diferencias. Debes ser tú y poder convertir un pedazo de ti».
Su cocina se caracteriza por «mucho colorido» y mezclar «mucha tierra y mar de las cocinas del norte, las aromatizaciones de mis descendientes -marroquíes- y entender que la cocina mediterránea es una de las mejores que pueden existir en el mundo. Mi cocina es clara pero que intenta que tu parte sensorial sea profunda y se despierte».
La chef ha aprovechado su presencia en Ceuta para mantener un encuentro con profesionales de la restauración de la ciudad así como ha compartido sus experiencias con mujeres empresarias y con alumnos de cocina y restauración. «Les he transmitido que a base de fallar uno aprende y triunfa siempre y cuando tengas una meta y sepas lo que quieres, aunque no es fácil, sólo debes desearlo», ha afirmado.
Al considerarse como «emigrante», la chef ha valorado su experiencia en muchos países que ha podido visitar. «Me siento bien donde alguien te acoge y es amable contigo. Hay que soñar grande».
Esta noche recibe el Premio Convivencia de Ceuta por su labor solidaria y por entender la diversidad cultural como un elemento que enriquece la convivencia y sus valores, lo que fusiona a través de la cocina y la gastronomía.
«De todos los premios que pueden existir en el mundo éste es muy importante por dónde vengo, cómo soy, lo que estoy intentando hacer y me asombré muchísimo, así como me hizo muy feliz», ha reconocido a Efe.
Sí tiene claro que su discurso saldrá «del alma y dar las gracias porque es un premio que, dentro de mis valores, es más que un premio, es un reconocimiento a mi persona, que quiere reivindicar algo y está buscando la fórmula».
¿Qué está intentando hacer Najat? Así responde: «Reivindicar que a través de la cocina podemos crear un nivel de paz y una convivencia que sea natural, no hay que forzarla, sólo con respeto y la asimilación de que somos diferentes y ser felices».
