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Pucará, un pedacito de Perú en la mesa diferente y original

El restaurante peruano, en pleno el barrio de Chamartín, Pucará, ha llegado para quedarse.  Con una terraza en la misma Plaza de Cataluña, tiene propuestas sorprendentes, con una carta gastronómica personal e íntima para recorrer Perú, sus aromas, colores y sabores, en clave gourmet.

Un lugar íntimo y personal que sus propietarios, Gian Carlo Panzera y Patrick Griffiths, atienden a diario con mimo para ofrecer un pedacito de Perú en la mesa. Pucará no es un restaurante de fusión, es un espacio gastronómico basado en una cocina de encuentro en formato para compartir. Una carta caracterizada por su mestizaje, por el respeto a una gastronomía milenaria y por el uso de ingredientes que proponen un delicioso recorrido desde la Cordillera Andina, a la costa del Pacífico, pasando por la selva Amazónica. Como ellos mismos describen, se trata de un homenaje al pueblo de Pucará y a su torito.

Así, ofrece un viaje gastronómico por deliciosos platillos con toques atrevidos y cuidada materia prima que se funden cómodamente con sazones asiáticas e ingredientes mediterráneos en un enfoque renovado y personal. Pucará es aroma andino, una explosión de color, de sabores que guían al paladar por la geografía de una cultura increíble.

En Pucará se ofrece una propuesta gastronómica llena de deliciosos sabores que envuelven al paladar con ricos matices, sin estridencias ni florituras. Una carta auténtica donde disfrutar de ceviches, tiraditos, ajís, y otras maravillas que ofrece Perú. De picoteo y para pedir en versión tapa o ración nos encontramos con dos opciones de croquetas: las de ají de gallina y las de osobuco y tuétano, una verdadera delicia. El mítico anticucho peruano con corazón de res, aquí se saborea también con pulpo y langostino. Un sabor difícil de describir pero que inunda los sentidos es el ceviche, aquí cuenta con cuatro soberbias versiones como son el ceviche de atún nikkei, servido con patacones, junto con el ceviche de mariscos thai, con sabores más afrutados, leche de coco y ají amarillo, el ceviche de corvina y crujiente de calamar con un fondo cítrico y la última y sorprende incorporación el ceviche de panceta y patata, una equilibrada reinterpretación de las clásicas patatas revolconas, una delicia de sabores inesperados que rinde homenaje a clásicos de aquí y de allá, fusionados magistralmente. No podría faltar las deliciosas causas limeñas que en Pucará se pueden probar con pollo, con langostinos o con pulpo. A caballo entre el ceviche y el tiradito nos encontramos con un refrescante salpicón de mariscos acevichado con un puntito picante. Los tiraditos de influencias más costeñas se amplían con el tiradito de pulpo al olivo, el tiradito de langostino con maracuyá, el tiradito de corvina en ají amarillo y el sorprendente tiradito parmesano de corvina. Para los amantes de la carne hay propuestas como el mítico lomo saltado en nido de patata, la panceta laqueada con char siu con toques más nikkei. No podrían faltar elaboraciones como el arroz chaufa amazónico con notas ahumadas o el quinotto de gambas a la huancaína, sin duda, un bocado sorprendente y pleno de sabor.

La carta líquida, ensambla magníficamente con cada uno de los platos. Sabrosos tragos, como el Pisco Sour o el Chilcano, son una opción perfecta para empezar, terminar o para maridar al gusto. Macerados caseros a base de pisco para dejarse sorprender. Una más que solvente carta de vinos, diseñada por la enoteca Barolo, que incorpora una selección de referencias elegidas con criterio y acierto. Una apuesta por el producto nacional que incluye algunas etiquetas de generosos y donde también se apuesta por una representación de vinos internacionales y espumosos.