Septiembre sigue siendo verano… en La Flaca

Vuelta a la oficina, los niños al cole, y la agenda se llena otra vez de «quedamos un día de estos». Pero no todo está perdido: el calor sigue, las ganas también, y La Flaca —ese templo de la buena vida en Serrano 43nunca cerró.

Mientras medio Madrid se evaporaba en agosto, La Flaca seguía a pleno ritmo, como esa amiga fiestera que nunca se va del after. Y ahora que todos vuelven con cara de “postvacaciones”, ella te espera con cañas bien frías, terraza lista, música en directo y ese planazo llamado: tardeo sin tregua.

El tardeo tiene nombre propio: La Flaca

 En Madrid, la fiesta empieza antes, y en La Flaca, se ha convertido en una religión con himnos, copas y mucho cante. ¿La receta? Una sobremesa que se alarga, guitarras que suben el volumen, copas que se rellenan solas y canciones que te sabes aunque no quieras.

Es ese punto mágico entre el «venga, un último café» y «bueno, ya que estamos, una copa». Y ahí, justo ahí,  hace magia.

Aquí no hay excusas.

Y si se prefiere aire libre, la terraza climatizada de dos alturas es perfecta para maridar el tardeo con una buena vista de la Milla de Oro… y una copa en la mano.

Cocina sin reloj, fiesta sin fin

  • Bravas de Mila a medianoche

  • Gazpacho a las 18:00

  • «Medio pollo de mi suegra» como guilty pleasure a cualquier hora

  • Vermú eterno los domingos (refill ilimitado por 5 € hasta las 17:00)

  • Y un picoteo castizo que se lleva bien con todo: calor, música y brindis.

Porque cuando se queda con alguien el reloj se queda en la puerta.

De Velázquez a Serrano: la evolución del tardeo

Desde su nacimiento en 2015 en Velázquez, La Flaca fue pionera del tardeo madrileño. Pero ahora, en pleno Serrano, ha elevado el concepto: mejor ubicación, más espacio, más ambiente y el mismo alma canalla de siempre.