Nuevas formas de vida van ganando terreno poco a poco. Una de las fórmulas que más adeptos están consiguiendo en los últimos tiempos en muchos lugares diferentes es la de cambiar las viviendas convencionales por cabañas prefabricadas. Hasta hace algún tiempo, esto podría ser considerado casi como una locura por muchos. No obstante, con los avances tecnológicos actuales ofrecen, al menos, una comodidad similar a la que se puede encontrar en otras soluciones habitaciones.
En idealista news, hablamos con frecuencia de nuevos modelos que amplíen la oferta con múltiples variaciones o innovaciones. Y una de la que no podemos dejar de hablar es The Climber’s Cabin (lo que traducido viene a significar “La cabaña del escalador”), una obra diseñada por AR Design Studio. Su propósito principal es servir como un espacio para niños que, eventualmente, también puede usarse como casa de invitados.
“Ubicado entre el borde de un bosque caducifolio y un arroyo, su propósito es servir como alojamiento para invitados y como un espacio independiente para los niños a medida que crecen. El resumen era crear un espacio auxiliar compacto, fuera de la red y autoconstruido para su casa”, explican desde el estudio.
La idea era que la cabaña se construyera rápidamente sin ningún método de construcción complejo. Se suponía que cada paso era sencillo, para que cualquiera pudiera entenderlo y seguirlo fácilmente, y así fue. La construcción también debía realizarse con materiales sostenibles de origen local.
La cabaña también tiene 25 m2, pero puede acomodar hasta cuatro personas. Esto ha sido posible gracias a diferentes estrategias para maximizar ese pequeño espacio. Además, el techo en forma de A se optimizó para permitir un entrepiso. Esto aporta un espacio adicional para que las personas se muevan con facilidad por el interior.
La estructura de esta cabaña puede compararse con las de los graneros. La construcción principal de la cabina se coloca alrededor de cuatro cerchas prefabricadas de estructura. Principalmente, la cabina se asienta sobre pilares de ladrillo y cimientos de plataforma.
La cabina viene con un gran ventanal en el frente. En la parte trasera, hay ventanas más pequeñas que ofrecen vistas enmarcadas del entorno. Desde la zona de noche se tiene una bonita vista del bosque. Un lado de la cabina es más largo para dar paso al almacenamiento. El otro lado está dispuesto para ofrecer cobertura para el sol de la tarde, además de servir como una agradable terraza.
Los acabados interiores de The Climber’s Cabin están hechos de tablas usadas y recicladas. En el exterior, la cabaña está hecha de tejas de cedro. Se ha dispuesto, además, una capa gruesa entre el exterior y el interior para asegurar el correcto aislamiento. Esto permite un calentamiento mínimo durante la estación más fría. Esto también significa un menor consumo y una mejor eficiencia energética.
El resultado, como explica el estudio, “es un espacio tranquilo que hace uso de materiales naturales, vidrio y su contexto para crear una verdadera sensación de conexión con los bosques circundantes y proporcionar un pequeño escape de lo cotidiano”.