Los videojuegos no son algo nuevo. Entraron en nuestra vida hace ya bastantes décadas y son muchísimos los niños y adultos que han jugado y disfrutado con ellos desde que los primeros aparecieron en la década de los 40. Con el tiempo, los videojuegos han evolucionado hacia formas realmente sorprendentes, de modo que han demostrado ser una forma de arte, aunque quizás todavía no por todos aceptada.
“La tecnología ha ampliado el lienzo sobre el que los artistas pueden pintar y contar sus historias. Como forma de arte que solo ha existido en el espacio digital, los videojuegos son realmente una colisión entre el arte y la ciencia. Incluyen muchas formas de expresión artística tradicional (escultura en forma de modelado 3D, ilustración, arcos narrativos y música dinámica) que se combinan para crear algo que trasciende cualquier tipo”, afirma el experto en la materia Chris Melissinos.
La influencia de esta forma de expresión artística, por tanto, se ha dejado notar en otras disciplinas. La arquitectura, en todas sus formas, es una de ellas. Y para muestra, este botón.
El estudio de diseño y arquitectura con sede en Londres JaK Studio ya está trabajando en unas curiosas cabinas modulares personalizables, susceptible de ser utilizada para muy diversos usos, como ocio o trabajo. Su principal reclamo es que se inspiran en la popular serie de videojuegos Minecraft.
“Siendo un jugador, he visto a mis amigos construir casas interminables con Minecraft en tiempo de inactividad durante el bloqueo, me di cuenta de que esta forma de crear arquitectura virtual podría ser una excelente manera para que las personas creen piezas de microarquitectura verdaderamente flexibles y adaptables para ellos mismos” confirmó el director creativo de JaK Studio, Nedzad Sahovic.
El proyecto ha recibido el nombre de ‘módulo de oficina en casa en cubos’ (HOM3). Dado que el trabajo remoto se está volviendo común como resultado de la pandemia que desde hace más de un año nos está afectando, estas cabañas brindan a los usuarios un valioso espacio adicional en el momento en que más lo necesitan. No obstante, la idea del proyecto va más allá, por lo que el objetivo es dar la oportunidad de personalizarla para crear espacios muy diferentes, desde oficinas y gimnasios hasta estudios de música o incluso una plataforma de ‘glamping’.
Por sus propias características, HOM3 es lo suficientemente flexible como para facilitar su instalación en diferentes espacios, tales como una terraza en la ciudad, un jardín de las afueras o, incluso, para complementar una casa de campo. Los propietarios pueden configurar el tamaño y la forma según sus necesidades específicas y adaptar los accesorios, los muebles o el acabado.
“Configure el tamaño, la forma y los materiales según sus necesidades. Cada módulo está hecho por artesanos de madera expertos y se puede actualizar a sus accesorios, muebles o acabados. Ya sea con revestimiento acústico o camas abatibles”, señalan en la web del proyecto, destacando que, además, “HOM3 también es fácil de montar e instalar. No hay necesidad de grúas ni ensamblajes prolongados y elaborados”.
Por último, no podemos dejar de destacar que esta cabaña supone una apuesta por la sostenibilidad ambiental. Cada módulo está hecho con materiales 100% sostenibles provenientes de los bosques de Bosnia. El precio parte de las 36.000 libras (unos 42.000 euros al cambio actual).