Una cabaña que se puede montar en cualquier lugar y respeta el medio ambiente

En los últimos meses, como consecuencia de la pandemia causada por el coronavirus y facilitado por la extensión del teletrabajo, no son pocos los que se han decidido por alejarse de las grandes ciudades para apostar por una vida más tranquila y alejada del ritmo vertiginoso que impera en ellas.

Algunos, incluso, se lo toman mucho más a pecho y se deciden por retirarse a lugares realmente remotos, para apostar por una forma de vida mucho más sosegada y acorde con la naturaleza. Para quienes optan por esta última opción, existen unas alternativas perfectas bajo la forma de minicasas o casas prefabricadas de bajo coste, pero con un sinfín de comodidades, en los que la sostenibilidad es uno de los  pilares fundamentales.

Con estos parámetros, el equipo de ZeroCabin ha trabajado para crear Krul, un kit de cabina prefabricado que se puede montar en cualquier lugar, y que está disponible en varios diseños. Si bien dejar un impacto mínimo en el sitio era importante para el equipo, el énfasis del proyecto está en promover la conciencia de los consumidores y fomentar un cambio en los hábitos de consumo. «No vendemos una cabaña pequeña que se vea bien, vendemos un estilo de vida», dicen en su página web, para no dejar lugar a dudas en cuanto a su filosofía.

Para llevar esta idea a la práctica, el equipo de ZeroCabin trabaja con los clientes para identificar y aprovechar al máximo los recursos disponibles en el sitio de ubicación. “No buscamos hacer casas con carácter, espacialidad, ni identidad… Nuestro arquitecto es la naturaleza y sus reglas, y desde ahí creamos algo para ti. El resultado es un mutualismo respetuoso que no romperá los límites del entorno y en agradecimiento podrás vivir sin cuentas feliz de la vida por el resto de tu vida”, señalan.

Cabin Krul pone en práctica estos principios de forma muy original e innovadora. Con un sistema para aprovechar el agua de lluvia, que se filtra para convertirla en agua potable. Después de su uso, el agua se vuelve a filtrar para que pueda regresar al paisaje circundante libre de contaminantes. También permite convertir los desechos en fertilizantes.

El sistema de calefacción tiene varios propósitos al permitir a los habitantes cocinar en el horno mientras también calientan el agua en la bañera de hidromasaje natural. La estufa funciona con leña recolectada, eliminando la necesidad de combustibles externos y más contaminantes.

El diseño pasivo limita la necesidad de calefacción mediante el uso de la orientación del edificio para promover la luz natural en todo el interior. Las rejillas de ventilación cuidadosamente ubicadas proporcionan otro sistema pasivo que apoya el control de la temperatura. Además, toda la estructura del marco de madera está envuelta en paneles SIP, que se rellenan con aislamiento de cartón pulverizado, y las ventanas térmicas son de alta eficiencia.

Krul permite compatibilizar un bajo impacto ambiental con todas las comodidades a las que estamos acostumbrados hoy en día. Este objetivo lo logra ofreciendo cabinas de tres habitaciones, dos baños, un loft en el tercer piso, cocina, sala de estar y terraza, que están ligeramente elevados del suelo.

Además de todos estos elementos que permiten establecer una relación más equilibrada con el medio ambiente, el equipo de ZeroCabin recomienda a todos sus clientes aplicar otras medidas para promover la sostenibilidad, promoviendo el consumo de productos locales, pero también remarcando la necesidad de reducir las necesidades de energía a un nivel que pueda ser satisfecho de forma natural por el viento, el sol, el viento o el agua a su alrededor.