Una casa prefabricada de los años 60

Las casas prefabricadas de hoy poco tienen que envidiar a las viviendas construidas con procedimientos convencionales. Y aunque es cierto que en los últimos años han mejorado muchísimo, se pueden encontrar casas prefabricadas construidas hace varias décadas que pueden competir en diseño y comodidad con las más cómodas y modernas.

Como ejemplo, podemos hablar del proyecto realizado en 1969 por el arquitecto David Tapp en Henley-on-Thames, una pequeña ciudad en la campiña de Oxfordshire, Reino Unido, conocida por sus calles medievales y su arquitectura histórica.

La vivienda destaca por una fantástica sala de estar que parece flotar sobre el jardín. Tan sorprendente resulta que se ha vendido recientemente por la nada desdeñable cantidad de 1,95 millones de libras (lo que equivale a unos 2,27 millones de euros). A su creador y primer propietario debe su nombre: Tapp House.

El diseño emplea un innovador sistema prefabricado desarrollado por Tapp con Fredericks Timber basado en módulos estándar; un método utilizado por el arquitecto en varios de sus proyectos posteriores. El resultado fue una fantástica propiedad de cuatro dormitorios y que hoy se mantiene en perfecto estado.

Meticulosamente mantenida a lo largo de los años, la vivienda presenta techos y paredes revestidos de madera originales, así como pisos de baldosas de cantera que recubren el pasillo central de la planta baja.

En la entrada principal, encontramos un mural decorativo que contrasta con los techos revestidos de madera. Los suelos de baldosas de cantera originales conducen a la cocina, ubicada al otro lado del pasillo de entrada. Justo aquí, en la cocina, se encuentra un ventanal perfectamente colocado que enmarca las vistas al jardín. Esta es de las pocas partes que se han actualizado, con gabinetes personalizados y estantes abiertos. También se integraron nuevos electrodomésticos de acero inoxidable como parte de la renovación.

En el comedor ubicado junto a la cocina, un tono relajante de verde complementa el techo revestido de madera y las paredes de ladrillo a la vista. Azulejos en blanco y negro se alinean en el piso. Las puertas acristaladas del suelo al techo brindan acceso directo al patio trasero.

La planta baja también incluye un espacio flexible que puede servir como un rincón de lectura o un comedor adicional. El piso de linóleo de color rojo oscuro original resalta contra las paredes blancas.

En la planta alta es donde se encuentran los cuatro dormitorios. Para acceder a ellos hay que hacer uso de una llamativa escalera de caracol de madera contrachapada. La suite principal cuenta con un espacioso vestidor y un baño conectado. Los otros tres dormitorios se encuentran al final del pasillo junto con un baño familiar compartido.