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Una espectacular casa modular para disfrutar de unas vacaciones a orillas de un lago en Chile

El lago Ranco, el cuarto lago más grande de Chile, es el epicentro de una de esas zonas que por su riqueza natural y por su exuberante paisaje no puede dejar de maravillarnos. Se ubica en Chile y tanto es su valor que hace algunos años, toda la cuenca del lago fue declarada Zona de Interés Turístico.

Por tanto, su potencial en este sector es enorme, como no puede ser de otra forma en un lugar en el que las aguas cristalinas y los frondosos bosques que lo rodean invitar a escogerlo como destino turístico, tanto para quienes desean unas vacaciones relajantes como para aquellos a los que les gusta disfrutar del deporte de montaña.

Diseñar y construir aquí una bonita vivienda modular resulta todo un reto. Un desafío al que el estudio chileno Max-A ha querido enfrentar. Y como se puede ver en las imágenes, con un muy notable éxito. Algo a lo que, sin duda, ha contribuido su experiencia en este ámbito. “Caracterizándonos por entregar proyectos a medida, propios del lugar y personalizados, síntesis de nuestra filosofía y forma de enfrentar la Arquitectura y Arquitectura del Paisaje”, señalan en su web.

El proyecto al que nos referimos recibe el nombre de Casa Tobita, una casa modular que ha sido diseñada como casa de vacaciones, en el lado este del lago. Como rasgo característico, para su construcción se utilizaron materiales locales, una apuesta por el desarrollo económico de la región, pero también por la sostenibilidad. Un aspecto que no podía ser secundario en este bonito espacio natural. Y de hecho, ambos aspectos son una constante en sus proyectos.  Además, escoger para este proyecto un sistema basado en la construcción modular también significaba acelerar los plazos de ejecución.

La madera que eligieron fue pino radiata, también conocido como pino de Monterrey porque es originario de México. Esta madera fue tratada con un estabilizador de aceite gris en el exterior, lo que le da al edificio su color oscuro.  La estructura se levanta del suelo, minimizando su impacto en el paisaje. Del mismo modo, el techo en voladizo es un elemento separado elevado por encima del volumen del edificio.

La construcción modular le da al edificio una distribución interior lineal. Hay dos alas, colocadas en un ángulo de 30 grados entre sí, que están protegidas bajo el techo continuo y angular. La más grande de las dos alas contiene los espacios de vida principales, que incluyen tres dormitorios, una sala de televisión y una cocina, salón y comedor de planta abierta. El ala más pequeña contiene dos dormitorios y baños independientes, diseñados para albergar a familiares e invitados. También hay una terraza cubierta en el medio, que se puede hacer más abierta o cerrada con un sistema de puertas de altura completa.

El coste total de construcción de este fantástico proyecto de 270 m2 fue de 110 millones de pesos, lo que al cambio con el euro supone poco más de 128.000 euros. Sin duda, un precio más que razonable visto el resultado final.