Vivir en los bosques tropicales de Brasil

Brasil es un país de encantos. Y de exuberancia. Sus bosques y selvas no solo conforman uno de los mayores pulmones del planeta, también, en muchos casos, resultan paradisíacos paisajes en el que a todos nos gustaría pasar unos días de relax y descanso. Uno de los últimos proyectos del Atelier Marko Brajovic ha sido diseñado con este objetivo. Su nombre es Casa Proa.

Casa Proa se ha concebido para encajar en uno de los bosques costeros de Brasil, pero con la particularidad de superarlos en altura.  Y no es un decir, se trata de una realidad, ya que, como puede verse en las imágenes, esta fantástica casa rivaliza con la frondosa y altísima vegetación de la zona, como si de la proa de un barco que intenta abrirse camino se tratara.

Su construcción se ha desarrollado a través de un proceso creativo inspirado en modulaciones triangulares a diferentes escalas. En general, el plano de la cabaña toma la forma de un triángulo equilátero y ocupa un sitio ubicado sobre la playa Praia do Rosa en Paraty. La geometría repetitiva entre la planta, la sección y el sistema de techo tetraedro promueve la estrategia tanto estructural como perceptiva, mientras que la arquitectura de madera organiza un espacio habitable compacto modulado en más sub-triángulos para crear un patrón visual tanto en el espacio como en los acabados.

“Las estructuras ordenadas surgen de la naturaleza intrínseca de las partículas constituyentes para formar patrones simétricos que se repiten a lo largo de las direcciones principales del espacio tridimensional en la materia. Los triángulos y la triangulación son la esencia de la organización espacial natural de fuerzas en equilibrio dinámico”, señala el autor en su página web.

Partiendo de lo anterior, la forma que toma esta fabulosa vivienda es la de un tetraedro de gran tamaño, es decir, una pirámide de cuatro lados. El arquitecto llegó a la conclusión de que esta geometría proporciona la estructura más estable y que llena el espacio: el sistema estructural básico más simple de la naturaleza.

El equipo de diseño recuerda el trabajo de Buckminster Fuller y sus exploraciones del sistema tetraedro como “el sistema mínimo del universo, y resultó ser, entonces, omni-triangulado y descubrimos que las estructuras siempre están trianguladas. Estructura significaba triángulo y triángulo significaba estructura, no había otros polígonos estables. por lo tanto, el tetraedro resultó ser el sistema estructural mínimo del universo”.

Al organizar los interiores de la Casa Proa, Marko Brajovic apostó por una idea basada en un plan centralizado. El dormitorio principal ocupa el centro con una cocina detrás flanqueada por la entrada y el baño. La terraza que da al frente se abre hacia el exterior «como una proa al mar».

Los muebles fueron diseñados específicamente para la casa, con cortinas hechas con redes de pesca de camarón locales y lámparas de pared fabricadas con desagües tradicionales de bronce para botes. en lo alto de pilares salientes similares a un ‘sistema de ramificación’, la casa se comporta visualmente como un árbol y parece flotar entre el paisaje tropical.